El ejército de David contra Goliat: 300 aviones viejos de Taiwán contra 3.000 nuevos de China

Si dentro de un rato (da igual cuando lea esto) el ejército de la República Popular China decidiera avanzar sobre la isla de Taiwán sus probabilidades de éxito son muy altas, es más, podríamos decir que en esta desigual confrontación el gigante chino tomaría la isla de sus vecinos del este en cuestión de horas. Más de 3.000 aeronaves chinas contra 300 aviones viejos, una proporción de 10 a 1 parece suficiente motivo para pensar que Taiwán tendría poco que oponer sin ayuda externa. Y eso es sólo en el aire, si comparamos la fuerza terrestre y marítima de ambos ejércitos las diferencias se ensanchan todavía más y el conflicto, si llega a producirse se resolverá en el mar y en el aire.

El pulso que desde hace unos días mantienen chinos y taiwaneses es más una cuestión de estrategia política que militar. Los chinos saben que disponen de suficiente superioridad para hacerse con el control de la isla en cuestión de horas y aunque puede existir la tentación de comparar el caso con la invasión rusa de Ucrania aquí el factor geográfico sería poco determinante y pesaría más la geopolítica que la estrategia militar. Taiwán sabe que su única posibilidad de resistencia está en el aire y el mar, en sus playas.

Desde hace varios años Taiwán intenta rearmarse. Ahora mismo la Fuerza Aérea de Taiwán dispone de unos 300 aviones, entre ellos unos 25 F-5E/F, poco más de un centenar de F-16A/B, unos 40 Mirage 2000 y unos 100 F-CK-1. También tienen otro centenar de aviones de entrenamiento que en caso de emergencia podrían armarse para defender la isla. Este número es, por ejemplo, el mismo total de aviones de entrenamiento que tiene la Fuerza Aérea China.

Taiwán también dispone de un número indeterminado de helicópteros de ataque Apaches AH-64D con capacidad para control de drones y con una cadencia de tiro de unos 600 disparos por minuto, además de baterías de misiles Patriot, que sería la primera línea de defensa ante una invasión, junto a los 300.000 soldados profesionales de su Ejército. Hace unos meses han comprado una nueva remesa a Estados Unidos, junto a misiles Stinger.

Taiwán también presume de sus carros de combate, pero la realidad es que son antiguos, la mayoría de hace 50 años y la corrosión natural por la humedad de la isla no ha contribuido a mantener los equipos en perfecto estado. También disponen de unos 300 helicópteros de fabricación europea y estadounidense.

En 2017 Taiwán comenzó un programa para construir un nuevo caza propio en el que gastarán 2.000 millones de dólares. Los aviones llevarán sistemas de armas fabricados en Estados Unidos por Lockheed Martin y Raytheon. De hecho, para rearmarse también ha hecho un pedido a Estados Unidos de 66 cazas F-16 por 8.000 millones dólares. Pero todavía no le han llegado. Hace un año y medio también han comenzado a construir ocho submarinos. En abril de este mismo año también han probado con éxito el sistema de defensa aérea Sea Sword II a bordo de la corbeta Tuo Chiang, el buque más nuevo de su Armada que puede ser equipado con ocho misiles antibuque subsónicos Hsiung Feng II y ocho misiles antibuque supersónicos Hsiung Feng III. Esperan recibir otros cinco buques de este tipo antes de 2023.

El arsenal taiwanés se completa con cuatro submarinos, dos de ellos fabricados por Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial. Sus barcos en el mar se calculan en un centenar, 70 de ellos buques equipados con diferente armamento, 1 gran barco de apoyo, 4 buques con misiles, 18 fragatas de fabricación norteamericana y francesa de la clase La Fayette y otras 6 rebautizadas como Chi Yang, en realidad fragatas de la clase Knox, de fabricación americana. Taiwán aumentó en 2021 su presupuesto de Defensa un 10%, más de 13.000 millones de dólares, para hacer frente a estos gastos de renovación de su armamento.

Gigante chino

Lo que se sabe del potencial armamentístico chino es bastante para el tradicional secretismo que rodea al Ejército Popular. Los chinos disponen de 76 submarinos -cuatro de ellos nucleares-. Sólo la Fuerza Aérea acumula unos 400.000 hombres y 3.100 aeronaves. De éstas unos 300 cazas del modelo Chengdu J-10 de fabricación propia, de cuarta generación, otros 300 Nanchang Q-5, un avión inspirado en el Mig-19 ruso y especializado en ataques a tierra. También de inspiración rusa son los 130 aparatos Xian H-6, bombarderos estratégicos similares a los temidos Tupolev-16. La fuerza aérea se completa con unos 600 helicópteros, seis de ellos Eurocopters de fabricación francesa, aunque la mayoría son el centenar de helicópteros de ataque CAIC WZ-10 y de Harbin Z-19, sin contar con los 250 Mi Mi 17 de origen ruso para transportes de armas.

Pero ¿qué ocurriría si China decidiese ejercer un bloqueo marítimo sobre la zona? Pues que la Armada china dispone de 337.000 militares, 3 portaviones, 76 submarinos, 77 barcos de superficie (destructores, fragatas, corbetas, dragaminas…), otros 84 buques de combate anfibio, 300 barcos de combate en costa, unos 400 barcos y barcazas de desembarco y 150 naves auxiliares. En total, unos 1.100 barcos en activo.

El servicio militar en China es obligatorio y el Ejército Popular dispone de 1.600.000 efectivos, el 70% de los soldados de todas sus fuerzas armadas. Se dividen en 18 grupos de ejército, repartidos en divisiones blindadas, infantería mecanizada, motorizada, asalto anfibio, artillería y artillería antiaérea de misiles, infantería de Marina y una importante división de guerra electrónica. Si el Ejército chino decidiera movilizar a sus reservistas se incrementaría en 300.000 personas en cuestión de horas.

Sobre el papel la superioridad china parece innegable, pero en la práctica la invasión rusa de Ucrania ha demostrado que las armas y el número de efectivos no es tan determinante como la determinación y el coraje de quienes defienden su tierra de una invasión que consideran extranjera.